Mi nombre es Francisco Gárate, soy profesor de religión y educación musical, titulado en las universidades Católica de Chile y Metropolitana de Ciencias de la Educación respectivamente, tengo diplomados en Gestión Educacional y estoy egresado de Magister con mención en Administración de la UMCE. Desde el año 1988, trabajo en la Corporación Municipal de Desarrollo Social de Pudahuel, he desempeñado diversos cargos y actualmente soy profesor de educación Musical, educación Artística y Artes visuales en la escuela Carlos Oviedo. Tengo un fuerte compromiso con la clase trabajadora, mis padres me enseñaron con hechos, el valor del esfuerzo, la dignidad, la lucha permanente por los derechos de los más desposeidos, me enseñaron amar la vida aunque esta a veces se presenta adversa, me enseñaron a estar siempre de pie nunca de rodillas.
Soy militante Socialista desde los 14 años, sigo el ejemplo de Salvador Allende, desde la educación popular que desarrollé en las poblaciones hasta mi trabajo como profesor en diferentes cargos que realizo ya años, no he cesado de reivindicar los derechos de los trabajadores , no es un compromiso, es una forma de vivir porque yo soy trabajador, soy profesor.
Por la dignidad de todos los maestros y maestras.
Profesor de Educación General Básica con mención en Educación Física. Egresado de la Universidad Católica Raúl Silva Henriquez. Psicopedagogo de la Universidad San Andrés. Profesor de Aula de la Escuela Estado de Florida 391. Director del Conjunto Folclórico Anturrayen desde hace 10 años.
Mi nombre es Francisco Gárate, soy profesor de religión y educación musical, titulado en las universidades Católica de Chile y Metropolitana de Ciencias de la Educación respectivamente, tengo diplomados en Gestión Educacional y estoy egresado de Magister con mención en Administración de la UMCE. 
Mi nombre es Isabel Moreno Quintanilla. Nací el 9 de marzo de un año en plena dictadura. Viví junto a mis padres en dos tomas de terreno para luego “erradicarnos” -como era el término usual en ese período- hacia Colina. Me crié, por tanto, en las típicas casitas de madera que Pinochet inauguró como viviendas sociales y que no eran más que una forma barata de excluirnos de la gran urbe santiaguina.